Tengo el honor de poder contar cómo mi padre fue pionero en la venta ambulante en Córdoba. Él innovó en su momento poniendo la primera parada con hierros en un mercadillo. Es un orgullo que haya sido homenajeado por la Asociación de Vendedores Ambulantes. Ahora, yo mismo y su nieto continuamos con una tradición que llevamos en la sangre y que nos da grandes alegrías. Siempre con calidad suprema en nuestros productos.