Nuestros peques han celebrado el Día del Ajedrez aprendiendo el nombre de cada ficha, sus movimientos y la estrategia básica para poder iniciarse en este juego. Y no solo han conocido este milenario e inteligente pasatiempo, sino que se han atrevido a construir su propio tablero y cada una de las figuras que se mueven por él. Seguro que en estos largos días de verano van a retar a familiares y amigos a una partida en la que demostrar que para ellos el ajedrez ya no tiene secretos. Ahora será momento de ir perfeccionando la técnica hasta conseguir alzarse como grandes jugadores y jugadoras. Quien sabe si entre estos personajes hay un campeón o campeona en potencia. El tiempo lo dirá.